Las sesiones con ayahuasca en la selva habitualmente se llevan a cabo en un marco grupal de unas 5 a 10 personas que es lo más recomendable, como también se pueden hallar sesiones con hasta de veinte personas o más.
Las sesiones se realizan por lo general durante la noche, Aunque ocasionalmente puede haber sesiones durante el día.
Una sesión de ayahuasca puede durar aproximadamente entre 4 a 5 horas. Dado que es una una experiencia introspectiva los participantes necesitan quedarse después de la sesión hasta que los efectos de la medicina hayan pasado.
La sesión siempre está conducida por un chamán o guía espiritual que en principio ha experimentado ampliamente con ella y conoce bien cómo guiar sesiones.
En el inicio de la sesión puede darse un tiempo para compartir los propósitos de cada uno con relación a la sesión, para qué ha decidido participar, y una vez concluida el círculo de intenciones, se sirve la ayahuasca y se inician las tomas.
La experiencia con ayahuasca puede tener muchos etapas. A veces, la exploración de los mundos internos viene acompañada de dolor emocional, o de algún tipo de sufrimiento o de liberación de tensiones, por lo que no es raro que, en las sesiones de ayahuasca, sobre todo las más orientadas a la cura, haya llantos e incluso gritos en el recinto a lo largo de la noche.
De igual forma los efectos purgativos de la ayahuasca hacen que puedan producirse vómitos o diarrea, pero todos estos efectos forman parte del proceso de sanación de cada participante.
Otro factor importante que debes tener en cuenta es que durante las sesiones el chamán hará uso de su música o icaros (canciones de sanación ancestral) que llevará a los participantes a un estado de meditación profunda.
Cabe señalar que hay dos tipos de sesiones: la comúnmente tradicional/chamánica y la terapéutica, si bien los dos tipos de trabajos están muy interconectados: una sesión chamánica puede tener efectos terapéuticos, así como en una sesión terapéutica pueden ocurrir experiencias místico-religiosas.
Los efectos de la ayahuasca suelen ser purgativos y visionarios ya que, al producirse vómitos, diarreas, sudoraciones entre otros efectos secundarios, forma parte de la curación integral del ser humano.
La causa de los efectos psicodélicos, de beber la Ayahuasca, se centra en la Dimetiltriptamina o DMT, está estrechamente relacionada con la estructura química de hormonas, o neurotransmisores, que son segregados naturalmente por el cerebro.
Es decir, cuando una persona se duerme, su cerebro, empieza a segregar una substancia química, equivalente a la DMT de la Ayahuasca, que permite, precisamente, que la persona sueñe.
El efecto del Ayahuasca, es entonces, aproximadamente como experimentar un sueño, pero mientras estamos despiertos.
Sentir los efectos de la Ayahuasca, es como soñar, pero con plena conciencia del contenido de las imágenes y de los contenidos emocionales que tiñen el sueño.
Durante la sesiones de ayahuasca se producen una profunda acción en el cuerpo, mente, emociones y en el espíritu, permitiéndonos confrontar y conquistar nuestros miedos más profundos, revitalizar energías vitales y despertar a un nivel superior de conciencia con la finalidad de abrirnos hacia nuestro «maestro interior».
Así mismo durante la sesión de Ayahuasca, se abre una relación con la espiritualidad. En realidad, es un proceso de autodescubrimiento personal y espiritual que continuará por el resto de nuestras vidas.
A la sesión se asiste con un propósito tranquilo y sin expectativas, abierto a descubrir lo que la planta quiera mostrar, enseñar y curar en ese momento.
Cada persona tendrá una experiencia con la ayahuasca, distinta a todas las demás, a cada uno le toca vivir una experiencia personalizada por una energía superior o por el propio subconsciente, tu experiencia se desarrollará y manifestará según lo que en ese momento realmente necesites trabajar.
El reto principal de cada persona, es entender el significado real de las visiones que muestra la planta Ayahuasca y utilizar ese aprendizaje en su vida cotidiana.
La sesión generalmente termina con un Ícaro que ayuda a cerrar el círculo de curación. El curandero brinda a los pacientes protección contra cualquier tipo de vulnerabilidad espiritual antes de irse.
Una vez finalizada la sesión de ayahuasca, se encienden las luces y se da una pequeña charla. El chamán es libre de agregar algunas palabras para cada uno de los participantes o una charla general. Luego se encienden las luces y la gente puede ir a descansar.
Las sesiones pueden durar hasta el amanecer, debido a la duración de los efectos de la Ayahuasca. Es una de las experiencias de sanación más fuertes y poderosas que ofrece la selva del Perú.
Si está buscando algo que cambie su perspectiva para siempre, esta es una buena oportunidad.
Un verdadero trabajo terapéutico con ayahuasca empieza con una buena preparación, con el objetivo de reducir potenciales riesgos y maximizar beneficios.
Por lo tanto, para realizar una sesión de ayahuasca se debe hacer una preparación o dieta 3 días antes de tomar ayahuasca que consiste en un régimen alimenticio de algunos alimentos y algunas restricciones que nos da el chamán:
Ahora el resto de los alimentos usted lo puede comer naturalmente pero todo en su balance natural.
Participar de las sesiones de Ayahuasca facilita la conexión con la inteligencia profunda de tu cuerpo, con la capacidad de autorregulación de tu propio organismo, y puede ofrecerte una experiencia de desintoxicación profunda de cuerpo, mente y espíritu.
Una experiencia en la sesión de ayahuasca puede ayudarte a ver tu vida con más claridad, ayudarte a superar conflictos existenciales y sanar traumas del pasado.
Además, la experiencia de estas sesiones junto con un adecuado proceso de interpretación e integración de la experiencia, puede ayudarte a vivir la vida de manera más plena y ver con mayor claridad tu camino de autorrealización.
COORDINADOR Y GUIA MISTICO : ALFONSO GUTIERREZ ESCRIBANOS PARA BRINDARLE ASESORIA
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